viernes, 16 de mayo de 2008

gr ata ignoran cia

Beltrán tenía siete, y aunque él se pensaba una persona responsable su mamá no estaba lista para dejarlo solo en casa. Por eso, cada vez que tenía que ir a algún lado y no era horario de colegio o era fin de semana, llamaba a la señora Fani, la vecina de la vuelta que era una especie de abuela de Beltrán pero sin ser ni la mamá se su mamá ni la mamá de su papá.
Fani era bastante grande, casi vieja se podría decir. De estatura media y caderas anchas, siempre de vestido y maquillada como una puerta. Olía a perfume de señora coqueta y caminaba sin dificultad subida a unos tacos altísimos. Fumaba cigarrillos de los blancos finitos y, no se sabe bien, pero parece que usaba peluca.
En cuanto la mamá de Beltrán llamaba, la mujer aparecía. Era como si no tuviese otra cosa que hacer o como si hacer de niñera de improvisto fuese su prioridad absoluta.
Desde que se escuchaba el ruidito de los tacos contra la vereda hasta que la mamá de Beltrán volvía, siempre pasaba lo mismo:
Llegaba y casi inmediatamente se instalaba en el teléfono de la cocina, el pegado contra la pared. Hablaba bajo y se tapaba la boca con la mano, como si a Beltrán fuera a importarle lo que una señora grande tenía para decir (menos le iba a importar si estaba viendo a los Power luchar contra los malos o al dinosaurio violeta cantar en inglés en el canal de dibujitos; aprovechaba, porque su mamá no lo dejaba ver mucha tele pero a la niñera no le molestaba nada).
Después de una media hora de llamados y como un cenicero y medio lleno de colillas manchadas de rouge, llegaban los amigos de Fani.
En realidad venían de a uno. Se ve que querían ver la casa, porque Fani siempre los llevaba hasta el fondo. Era raro porque no estaba en venta.
Beltrán prefería aprovechar para ver la tele y no meterse con los asuntos de la señora y sus amigos; lo que si pensaba, y lo pensaba siempre, es que mostrarles la casa a todos esos hombres de una sola vez sería mucho menos trabajo, pero evidentemente Fani no pensaba lo mismo.

4 comentarios:

debbi dijo...

hola Toia como estas??
Me gusto mucho lo que escribiste!!!

te mando besitos

Anónimo dijo...

jaaaaajajjaa grande fani vieja y peluda nomas jajaja me hizo reir mucho, muy buenooo! lele

Makuni dijo...

toti beltran es orejudo? porque me hizo acordar a julius, el protagonsita de uno de mis libros preferidos. Tenes que leerlo: Un mundo para Julius, de Alfredo Bryce Echenique. No te lo pierdas en serio, escribe de puta madre ese tipo, lo amo al peruano ese.
Me encanto tota. Sos brillante. Aguante fani labios rojos :)

Anónimo dijo...

mmmmmm Fani...debe ser amiga de Stella Maris...mmmm