jueves, 8 de noviembre de 2007

B e t o (Segunda parte)

La casa estaba destruida: lo que alguna vez había sido un elegante piso de parquet apenas podía verse detrás de los escombros que caían del cielo raso; la humedad había atacado cada rincón volviendo los ambientes de un amarillo verdoso desagradable; los muebles parecían antiguos aunque poco podían apreciarse con tanto polvo encima. Beto caminaba temeroso tras el extraño, la oscuridad no le dejaba ver bien y el clima que se respiraba en esa casa no le gustaba nada.
Atravesaron alrededor de ocho habitaciones grandes antes de frenar al pie de una escalera de mármol blanco. Una claraboya dejaba pasar algo de luz, Beto pudo ver con mayor claridad a su compañero. El ente era un joven de unos veinticinco años; llevaba el pelo engominado hacia atrás, camisa y pantalón oscuro y una cara sin expresión alguna. Sin decir una palabra comenzó a subir los escalones. Beto hizo lo mismo.
La escalera daba a una segunda planta muy diferente a la anterior. El piso de azulejos enormes se reflejaba en un cielo raso hecho completamente de espejos. Las paredes estaban repletas de obras de arte, absolutamente todas de naturaleza muerta. No había muebles, el segundo piso era un pasillo enorme que terminaba en otra escalera de mármol, esta vez negra.
Beto no tenía miedo. La curiosidad lo intrigaba, la casa era un misterio y él quería resolverlo. Entusiasmado esperaba al pie de la escalera negra que el ente, a su manera, lo invitara a subir, pero este se mantenía inmóvil, dándole la espalda.
Luego de unos minutos eternos, el ente giró hacia Beto y en una voz entrecortada le informó que subiera la escalera negra, que él no podía acompañarlo. Sin más, se retiro por donde vinieron dejando a Beto solo. Caminó por el pasillo interminable hasta desaparecer en la distancia.
Beto dudó un instante y subió la escalera.

1 comentario:

Xavi dijo...

Muy bueno el relato!!! me he quedado con toda la intriga de saber que le espera a Beto al subir las escaleras, todo el suspenso!!! jajajajajajaj