viernes, 18 de abril de 2008

démocra t i e

En el piso de la cocina del departamento de Luís esperaba ser descubierto un sobre marrón. Estaba ahí hacía como cuatro horas, desde que el portero amablemente subió la correspondencia que Luís nunca bajaba a buscar.
El sobre contenía una encuesta y una carta, ambas firmadas por el gobierno. La carta decía que, aunque uno no quisiera, había que completar todas las preguntas de la encuesta (lo decía de una manera muy educada y formal pero decía eso).
Luís descubrió el sobre, lo abrió, leyó la carta y se acomodó en la mesa del comedor diario para contestar la encuesta.
Las primeras preguntas eran las típicas: nombre, apellido, dirección. La segunda parte se ponía más detallista: nombre del padre, de la madre, grupo sanguíneo. La pregunta del final era bastante rara: Es usted feliz? Y a continuación dos opciones: feliz o infeliz.
Sin pensarlo demasiado Luís marcó una opción y, siguiendo con las instrucciones que se explicaban por alguna parte de la carta, metió la encuesta completa en una carpeta y la mandó a la dirección que se indicaba en el reverso del sobre marrón que el portero había subido a su casa esa mañana.
Un par de meses más tarde el gobierno dio a conocer públicamente las conclusiones. Diarios, noticieros y radios de todo el país daban la noticia: el 74% de los argentinos dice ser feliz.
A Luís no pareció importarle ser parte del 26% restante hasta escuchar la segunda parte de la noticia: la gente es mucho más feliz rodeada de gente feliz así que, por el bien de la mayoría, habrá que deshacerse de los infelices.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ah no tota carcajada, me tenteee, es genial!!! machi

Anónimo dijo...

jajajajajaj
jaujauaj
juajua
muy bueno
y además tristemente cierto: no hay enfermedad más contagiosa que la depresión.